Si estás aquí es porque obviamente buscas una respuesta certera y efectiva que resuelva todos tus problemas y te otorgue la tan ansiada felicidad. Si deseas alcanzar la riqueza y el poder, sigue leyendo…estoy seguro de que aquí y ahora tendrás la fórmula para lograrlo.
Es hora ya de reconocerlo: nuestra sociedad es una plutocracia esclavista en la que la libertad y la democracia son ilusiones que en realidad están condicionadas por las reglas sociales, culturales y económicas de unos pocos. La capacidad de elección tiene unos límites, y ellos están calculados e impuestos: desde los candidatos políticos que son marionetas hasta la ropa o la tecnología desechables que adquirimos; se trata en suma de crear modelos humanos idiotizados y fieles a un perfil aceptable dentro de una diversidad controlada y muy lucrativa. Una auténtica granja de consumidores cuya subsistencia consiste en no cruzar más allá de estos límites. Cualquiera que lo haga, tenga la seguridad que será mal visto, será etiquetado como una suerte de inadaptado que, en el más crudo de los casos, no merece ni vivir.
Dicho esto, podremos entonces entender que, dentro de este marco de ideas, una persona rica es aquella que acumula cosas sin ninguna otra finalidad más que comprar su sentimiento de importante. Lo que no sabe es que inconscientemente está construyendo una muralla para no sentirse indefenso de cara a la amenaza del rechazo. Irónicamente entre más se adentra en esta figura impuesta y ajena a sí mismo; más se aliena a ideas cerradas, prejuiciosas, discriminatorias y claramente estúpidas. Irónicamente quien no cultiva otra cosa más que lo necesario para parecer mejor o igual a sus semejantes no hace más que deshumanizarse y empobrecerse. El poder no es más que un deseo iluso de dominar a otros por ocultar la incapacidad que se tiene de dominarse a sí mismo.
Es en este último punto donde cabe entender que sólo nos hará ricos cultivar aquellos pensamientos y acciones cuyos fines sean en sí mismos el bienestar de la humanidad y el entorno que nos acoge. La riqueza consiste en tener el valor de cruzar los límites y empezar a vivir, experimentar y pensar por sí mismos, abrir las puertas del entendimiento y la aceptación de que las diferencias no son más que las miles de posibilidades creativas y hermosas de la vida; y que son las bases no sólo de nuestra felicidad sino incluso de nuestra subsistencia. Es más que necesario reconocer de una buena vez por todas que el tren de consumir y acumular egoístamente es un acto de suicidio colectivo, incluidos irónicamente quienes lo promueven.
Recuerda algo: cuando miras con desprecio a un indigente, a una persona de otra raza o credo ten la seguridad de que a su vez quien ha inculcado en ti semejantes ideas absurdas está haciendo lo propio contigo; lucrándose por demás a guisa de tu ignorancia pactada.
